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Michael Monroe, Sami Yaffa & Costello, rock en directo en los tiempos del coronavirus
Fotografías del dia 2020-05-23
Michael Monroe, actuando en Facebook Live durante el confinamiento debido al coronavirus.
Michael Monroe, actuando en Facebook Live durante el confinamiento debido al coronavirus.
Michael Monroe, actuando en Facebook Live durante el confinamiento debido al coronavirus.
Michael Monroe, actuando en Facebook Live durante el confinamiento debido al coronavirus.
Michael Monroe, actuando en Facebook Live durante el confinamiento debido al coronavirus.
Michael Monroe, actuando en Facebook Live durante el confinamiento debido al coronavirus.
La tarde del sábado 23 de mayo –horario de Barcelona- se ha vivido uno de los mejores conciertos mediante Facebook Live que se han podido ver durante el confinamiento debido a la pandemia del coronavirus. El trío formado por Michael Monroe, Sami Yaffa y Costello han ofrecido dos horas y medias de rock’n’roll en un formato electroacústico -sin batería- des del club 45 Special de Oulu (Finlandia).
La calidad de imagen (varias cámaras profesionales) y de audio ha dejado a la altura del betún a la inmensa mayoría de directos que se han podido ver en Facebook o Instagram durante las últimas semanas. Pese a ser una emisión gratuita, hay una cuenta de Paypal para contribuir con lo que se desee y el concierto se podrá ver entero en Facebook todas las veces que se quiera.
La experiencia ha sido una sorpresa por su calidad y repertorio, propio y versiones, que ha estado dedicada al recientemente desaparecido Little Richard. Monroe ha hablado de muchas estrellas del rock pero especialmente de él y ha interpretado del genio de Macon ‘Long Tall Sally’.
El trío, unido por la imposibilidad de reunirse con sus respectivos grupos desperdigados por el mundo en un tiempo sin posibilidad de viajar al extranjero por el Covid-19, también ha interpretado versiones de Moon Martin (‘Bad News’), Stiv Bators, Sylvain Sylvain de los New York Dolls, Tom Petty (‘I was in love with a girl’), The Grass Roots (‘Let’s Live For Today’), Graham Parker (‘Success’) y el ‘Blitzkrieg Bop’ de The Ramones que ha cerrado el concierto.
De Michael Monroe y su exgrupo Hanoi Rocks han sonado ‘Do What You Wanna Do’, ‘Make It Go Away’, ‘Don’t You Ever Leave Me Baby’, ‘Smoke Screen’, ‘You Crucified Me’, ‘All We Need’, ‘Can’t Go Home’ o ‘Under The Northern Lights’ entre otras.
Pese al dominio del medio tiempo, el concierto no se ha hecho para nada pesado. La simpatía y la multiplicidad de anécdotas y situaciones narradas por Monroe con estrellas de la música dan para escribir un libro o dos. No obstante, el estar sentado a un culo inquieto como Monroe le hacía sentir incómodo y se ha levantado en numerosas ocasiones para tocar, bailar o saltar –no ha habido saxo en esta ocasión.
Aunque muy agradecido a las dos personas que hacían las veces de público, el dueño del local y el camarero, el vacío de la sala era evidente y los miles de personas conectadas, más de 4.000 simultáneamente, no conseguían llenar ese espacio con sus iconos de corazones o mensajes de “Greetings from...”.
El futuro de la música en directo
¿Y cuál es la experiencia del “asistente”? Pues tiene sus pros y sus contras, ambos de envergadura. La posibilidad de ver el concierto “en primera fila” con una calidad de imagen y sonido perfecta es algo a tener en cuenta, sobre todo para los bajitos, pero la falta de la experiencia física como los vatios rebotando contra la caja torácica, los saltos con la cerveza derramándose por todas partes, el compadreo con los seguidores del grupo, el nerviosismo del inicio del concierto, la “lucha a muerte” por las baquetas y las púas… La falta de todo lo que convierte un concierto de rock en un ritual ancestral de los tiempos modernos provoca que la huella emocional que deja el espectáculo virtual esté muy por debajo de la original.
Difícilmente contaremos a nuestros colegas dentro de unos años que vimos a Michael Monroe en un Facebook Live de la misma manera que podemos contar como se subió temerariamente por los andamiajes hasta el techo del gigantesco escenario del Rock Fest Barcelona. No es lo mismo y no parece que esto vaya a ser el futuro de la música en directo por mucho que algunos se empeñen, la tecnología sí tiene límites y probablemente los conciertos en autocines tienen más futuro como experiencia perdurable en la memoria que los retransmitidos por redes sociales.
Si, es cierto, es lo mejor que se puede obtener hoy en día con una pandemia de por medio, ¡y encima gratis! Pero también remueve la nostalgia, después de haber vivido meses sin conciertos, y a veces durante el concierto uno se imagina que estaría haciendo si estuviese viendo a Monroe y compañía en una sala como Apolo o Razzmatazz, a quien se encontraría, si se tomaría una cerveza dentro o haría la previa en un frankfurt... En cualquier caso se debe agradecer enormemente al club de rock 45 Special esta iniciativa, todos los sábados a las 19:00h (horario de Barcelona), para ayudar a mitigar el confinamiento y el distanciamiento social. El 30 de mayo será el turno del grupo indie Blind Channel.
En fin, una experiencia que hace valorar más aún si cabe la música en directo, algo que siempre dábamos por hecho que iba a estar allí para nuestro disfrute y que al desaparecer de repente nos deja un vacío interior tan inmenso que ni un océano entero de Facebooks Lives puede llenar.