La resistencia a los conciertos con mascarilla y distancia social

Al igual que la Ley Seca de los años ’20 del siglo pasado propicio un mercado negro de bebidas espirituosas, la prohibición de conciertos en casi todo el globo debido a la pandemia del Covid-19 está potenciando que haya grupos que estén ofreciendo actuaciones sin ningún tipo de distanciamiento social entre un público que no lleva mascarillas y que, por tanto, bordean la legalidad y el sentido común.

El más conocido ha sido el concierto del grupo de rock Great White en los EE.UU. el pasado 9 de julio, precisamente el país más golpeado por la enfermedad con más de 150.000 muertos, en Dickinson (Dakota del Norte) frente a una multitud que no usaba mascarilla ni mantenía ningún tipo de distanciamiento social.

Después que las imágenes se hicieran virales, el grupo recibió una oleada de quejas e insultos en las redes sociales, recordando las 100 personas muertas –incluido su guitarrista Ty Longley- en una actuación suya en el 2003 en Rhode Island debido al uso de fuegos artificiales en una sala de conciertos.

En consecuencia, los componentes de Great White han suscrito un comunicado en el que se disculpan por el suceso asegurando que tantos ellos como el promotor del concierto recomiendan llevar mascarilla: “Entendemos que hay algunas personas que están molestas porque realizamos este espectáculo, durante este tiempo de prueba. Le aseguramos que trabajamos con el Promotor. El gobierno de Dakota del Norte recomienda usar mascarillas, sin embargo, no estamos en condiciones de hacer cumplir la ley”.  

Sin embargo, quien se ha distanciado del comunicado ha sido el cantante del grupo, Mitch Malloy, borrando su nombre de la disculpa pública de la actuación del grupo en Dickinson, lugar donde reside, publicando una fotografía en su perfil de Facebook con tres mujeres llevando mascarillas y señalando que “las fake news decían que no había mascarillas, ni distanciamiento social. Sigo diciendo lo contrario, y esta foto demuestra mi punto. Nunca me disculpé. Y nunca lo haré. Fue un concierto increíble en el festival de mis buenos amigos para la multitud de mi ciudad".

Otra actuación musical muy controvertida es la que se ha llevado a cabo en los Hamptons (Nueva York) el 25 de julio. Las imágenes del festival benéfico The Safe and Sound encabezado por The Chainsmokers y en el que también actuó Dj D-Sol (el nombre artístico de David Solomon, primer ejecutivo de la firma bancaria Goldman Sachs) muestran a un público que no mantiene las distancias de manera clara ni lleva mascarilla en muchos casos.

El evento reunió a unas 2.000 personas en un autocine de Long Island y los asistentes podían salir del coche y situarse a su lado, separados del resto a una distancia de casi dos metros (6 pies). No obstante, como se ve en las imágenes, el público se mezcló mucho más allá de lo aconsejable en la zona vip aledaña al escenario.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha anunciado que el Departamento de Sanidad llevará a cabo una investigación sobre el concierto: “No tenemos tolerancia al peligro ilegal e imprudente de la salud pública ". El Estado de Nueva York se encuentra todavía bajo el estado de emergencia y unas normas para atajar el Covid-19, entre estas se encuentra la prohibición de eventos no esenciales que agrupen a más de 50 personas con una multa de 1.000 dólares por no cumplir con la distancia social requerida.

Por último, el grupo Colour of the Jungle ha publicado fotografías en su página de Facebook que aseguran es de un concierto suyo el 25 de julio en Bastion 6 (Porstmouth, Inglaterra) en el que el público no respeta la distancia social ni lleva mascarilla. Sin ningún problema lo llaman directamente el “concierto ilegal” y anuncia su siguiente actuación: el viernes 28 de agosto a las 19:00h, en The Gaiety Bar (Southsea, Portsmouth).