En un cambio radical para el panorama cultural de Barcelona, los tres fundadores del Festival Sónar, Enric Palau, Ricard Robles y Sergi Caballero, han anunciado su retirada definitiva del evento que crearon en 1994. La noticia, publicada primero por La Vanguardia, confirma que la dirección del festival ha pasado a manos de François Jozic, el fundador belga de Brunch Electronik. Este cambio consolida el dominio de Superstruct Entertainment, la promotora multinacional que adquirió la mayoría de las acciones de Sónar en 2018. Para más detalles, consulte el informe original aquí.
Un nuevo capítulo para Sónar
Esta transición llega tras una de las ediciones más desafiantes de la historia de Sónar. En junio de 2025, el festival se enfrentó a un intenso escrutinio debido a su asociación con KKR, la firma de inversión estadounidense acusada de tener intereses financieros en proyectos inmobiliarios israelíes en territorios palestinos. La controversia provocó la retirada de casi 30 artistas del cartel, mientras que otros aprovecharon su tiempo en el escenario para denunciar las acciones de Israel en Gaza. A pesar de las críticas, Sónar cerró su 32.ª edición con un récord de asistencia, recibiendo a 161.000 visitantes, frente a los 154.000 del año anterior.
En un comunicado conjunto emitido por los fundadores, expresaron su gratitud por el legado del festival, calificándolo de "32 magníficos e intensos años llenos de esfuerzo, desafíos y momentos inolvidables". Atribuyeron el éxito del festival a las comunidades creativas, la dedicación de los equipos, la ciudad de Barcelona y el fiel público que los apoyó durante décadas.
"Ahora, cada uno de nosotros emprende una nueva etapa con entusiasmo, esperando que Sónar siga prosperando en el futuro", añadieron.
François Jozic toma las riendas
En sustitución del trío, François Jozic, figura consolidada de la escena electrónica y el motor de Brunch Electronik, otro evento gestionado por Superstruct, sustituye a este trío. Desde su creación en 2014, Brunch Electronik ha evolucionado desde pequeñas fiestas dominicales al aire libre en Barcelona hasta convertirse en una marca reconocida mundialmente. El nombramiento de Jozic supone un movimiento estratégico de Superstruct para consolidar su influencia en ambos eventos bajo una visión unificada.
Este cambio de liderazgo coincide con importantes ajustes logísticos para Sónar. A partir de 2026, el festival se trasladará íntegramente a Fira Gran Via L’Hospitalet de Llobregat, dejando atrás el tradicional recinto de Montjuïc debido a las continuas reformas. La nueva ubicación pretende integrar todos los componentes del festival (Sónar de Día, Sónar de Noche y Sónar+D) en un único espacio, optimizando las operaciones y mejorando la experiencia de los asistentes.
Polémica y Legado
La sombra de la polémica se cierne sobre esta transición. La participación de KKR, propietaria de Superstruct, desató acusaciones de complicidad en las políticas de Israel hacia Palestina. Esto provocó llamamientos generalizados a boicots y protestas durante la edición de 2025. Si bien el festival logró mitigar algunas consecuencias al reemplazar artistas cancelados, persisten las dudas sobre cómo estas dinámicas afectarán su identidad y la percepción del público en el futuro.
¿Qué nos depara el futuro?
Conforme Sónar entra en esta nueva etapa, la incertidumbre rodea su programación y su filosofía. ¿Mantendrá el festival su espíritu pionero bajo la supervisión corporativa? ¿Cómo logrará Jozic equilibrar la innovación con las expectativas de sus fans de toda la vida? Estas son preguntas urgentes mientras el evento se prepara para su edición del 18 al 20 de junio de 2026.
Por ahora, el relevo ha sido cedido, marcando el final de una era definida por el liderazgo visionario de Palau, Robles y Caballero. A medida que Sónar se adentra en territorio desconocido, su capacidad de adaptarse y evolucionar determinará si sigue siendo un faro de creatividad y exploración tecnológica o se convierte en un engranaje más de la maquinaria global de los festivales.
Los tres fundadores de Sónar han dimitido oficialmente, marcando el final de una era mientras Superstruct Entertainment toma el control total del festival.