El segundo fin de semana de Coachella 2025 trajo consigo una energía única, con las actuaciones destacadas de Travis Scott y Post Malone que culminaron dos noches inolvidables. Al concluir el festival en Indio, California, los asistentes disfrutaron de espectáculos emocionantes, invitados sorpresa y mucha pirotecnia.
Travis Scott: Una Redención Emocionante
Al cerrar el sábado por la noche, Travis Scott finalmente se convirtió en el centro de atención de Coachella tras años de anticipación. Originalmente programado para encabezar el cartel en 2020 (cancelado debido a la COVID-19) y luego eliminado del cartel de 2022 tras la tragedia de Astroworld, Scott no tardó en hacerse notar. A pesar de comenzar con 10 minutos de retraso con fuegos artificiales y una explosión sonora impactante, inmediatamente se lanzó a interpretar "Crush" de Playboi Carti, una elección que algunos podrían considerar cuestionable dadas sus controversias pasadas. Sin embargo, al público no pareció importarle, y estalló en vítores en cuanto apareció en una plataforma elevada rodeada de luces intermitentes.
Apodado "Travis Scott Designs the Desert" en el cartel del cartel, Scott mantuvo un diseño de escenario relativamente simple pero impactante, centrándose en visuales electrizantes y ritmos trepidantes. A él se unieron los JACKBOYS para interpretar tres temas vibrantes, lo que llenó aún más de energía al público. Uno de los momentos más memorables se produjo durante Skyfall, cuando Scott literalmente desafió la gravedad caminando por una pared inclinada, un movimiento digno de una película de acción.
Para completar el espectáculo, una banda de música de 60 músicos lo acompañó en éxitos como FE!N y Sicko Mode. Sus figuras con capucha se integraron a la perfección con la estética monocromática, añadiendo profundidad a la actuación. Al finalizar su set 12 minutos antes del toque de queda, Scott demostró un control magistral tanto de su producción como del público, dejando a los fans entusiasmados y satisfechos.
Post Malone: Un Final con Inspiración Sureña
La noche del domingo fue para Post Malone, quien cerró el festival con una actuación relajada pero emotiva. Con un escenario que evocaba una parada de camiones sureña, Post se apoyó con fuerza en su reciente estilo de inspiración country, incluso reinventando antiguos éxitos del pop y el hip-hop con vibrantes riffs de guitarra. Si bien este enfoque deleitó a los fans de toda la vida, puede que no haya convencido a quienes no están familiarizados o no les interesa la música country.
Aun así, hubo momentos destacados innegables. Para el segundo fin de semana, Post recibió a dos invitados especiales: Ed Sheeran, quien lo acompañó en Sunflower, y Jelly Roll, quien hizo una aparición entusiasta en Losers. Estas colaboraciones inyectaron energía fresca al concierto, en particular la interpretación de Ed del éxito que encabezó las listas, que emocionó visiblemente al cansado público del domingo por la noche.
La genuina gratitud de Post se hizo evidente al agradecer repetidamente al público, haciendo una pausa a mitad de la interpretación de Better Now para asegurarse de que un fan recibiera atención médica. Su encanto y carisma mantuvieron a los fans enganchados, incluso si su presencia en el escenario no alcanzaba la precisión coreografiada de Lady Gaga ni la potencia del rock puro de Green Day.
La pirotecnia iluminó el cielo durante los números de cierre, proporcionando un final explosivo y apropiado para el festival. Si bien la actuación de Post careció de la teatralidad de otros cabezas de cartel, su emotiva interpretación de canciones como "I Fall Apart" demostró su talento vocal y conectó profundamente con muchos.
Un fin de semana de reflexión y celebración
El segundo fin de semana de Coachella 2025 demostró una vez más por qué el festival sigue siendo un referente cultural. Ya fueran las acrobacias que desafiaban la gravedad de Travis Scott o el encanto sureño de Post Malone, cada artista contribuyó a una diversidad musical y artística. Si bien las comparaciones entre cabezas de cartel son inevitables, ambos artistas lograron crear momentos que perdurarán en la memoria de los asistentes.
A medida que el polvo se asienta después de otro año, una cosa está clara: Coachella sigue siendo un espacio donde la música trasciende fronteras, uniendo a la gente bajo el cielo del desierto.
"Travis Scott caminó por una pared en ángulo durante 'Skyfall', realizando una acrobacia impresionante que dejó a los fanáticos aplaudiendo".