La sensación del pop Katy Perry evitó por poco un grave accidente durante su actuación del 19 de julio de 2025 en el Chase Center de San Francisco. El incidente ocurrió mientras Perry estaba suspendida sobre el público en una mariposa gigante durante su exitosa canción Roar. Una falla mecánica repentina provocó que la estructura se inclinara y cayera varios metros, dejando a los fans boquiabiertos.
Un momento de infarto en plena actuación
Como se capturó en varios videos compartidos en redes sociales, Perry estaba en plena canción cuando la mariposa se desplomó inesperadamente. La cantante dejó de cantar momentáneamente, agarrándose a la estructura mientras recuperaba el equilibrio. A pesar del susto, Perry rápidamente indicó al público que estaba ilesa y reanudó su actuación sin perder el ritmo. Su compostura bajo presión generó gran admiración en línea, y muchos elogiaron su profesionalismo.
La falla tuvo lugar durante el Lifetimes Tour, una ambiciosa producción que incluía elaboradas acrobacias aéreas y escenografías. Si bien no se reportaron heridos, el incidente generó preocupación sobre la seguridad de actuaciones de alto riesgo tanto para los artistas como para el público. Reacción en redes sociales
La grabación del incidente se viralizó rápidamente, generando intensas reacciones en diversas plataformas. Algunos usuarios expresaron alivio y elogiaron la capacidad de Perry para manejar la situación con calma. Otros criticaron el uso de accesorios potencialmente peligrosos y exigieron protocolos de seguridad más estrictos.
Un fan comentó: "Tener objetos como este volando sobre la multitud es un gran riesgo para la seguridad de la artista y de los fans". Otro escribió: "Es astronauta; puede lidiar con un poco de turbulencia", en referencia al reciente vuelo espacial de Perry con Blue Origin.
Más tarde esa noche, Perry abordó el incidente en sus Historias de Instagram, publicando un primer plano borroso de su expresión con el mensaje: "Buenas noches, San Francisco". La publicación sirvió como un reconocimiento desenfadado del susto y como señal de que salió ilesa.
Un patrón de fallas en el escenario
Este es el segundo incidente notable que involucra accesorios aéreos durante una gran gira de conciertos este verano. En junio, Beyoncé enfrentó un problema similar cuando la hélice de un coche volador se inclinó en el aire durante su parada de la gira Cowboy Carter en Houston. Afortunadamente, la cantante descendió sana y salva. Este tipo de incidentes han reavivado el debate sobre los riesgos asociados a las cada vez más complejas configuraciones de escenario en los conciertos en vivo.
La resiliencia de Katy Perry
A pesar del fallo, el espectáculo de Perry continuó sin problemas, lo que pone de manifiesto su experiencia y adaptabilidad como artista. Conocida por sus conciertos teatrales y elaboradas producciones, la cantante ha superado constantemente los límites creativos a lo largo de su carrera. Este último episodio probablemente reforzará su reputación como una profesional consumada capaz de afrontar retos inesperados.
Mientras avanzan las investigaciones sobre la causa del fallo, persisten las dudas sobre cómo las compañías de gira pueden equilibrar el espectáculo con la seguridad. Por ahora, la capacidad de Katy Perry para convertir un posible desastre en un testimonio de su arte garantiza que su actuación en San Francisco será recordada, no solo por su fallo técnico, sino por su inquebrantable aplomo bajo presión.
Ella lo manejó como una profesional, sin perder el ritmo ni un segundo.