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Kris Kristofferson: leyenda de la música country y estrella de Hollywood muere a los 88 años

El prolífico cantautor y actor dejó un legado imborrable tanto en la música como en el cine a lo largo de una carrera de seis décadas

Publicado el: October 1, 2024 · Actuializado el: October 1, 2024

Kris Kristofferson, el legendario cantante de country y actor, falleció a los 88 años el sábado 28 de septiembre de 2024. Rodeado de su familia en su casa de Maui, Hawái, la prolífica estrella de Nashville y Hollywood dejó un legado marcado por una composición desgarradora, una presencia en pantalla sólida y profundas conexiones con sus seguidores y compañeros. Conocido por su composición penetrante que exploraba temas de amor, pérdida y redención, Kristofferson siguió siendo una figura querida en el mundo de la música hasta su jubilación en 2021. Su muerte marca el final de una carrera histórica que duró más de seis décadas.

Una vida arraigada en la música y la literatura

Nacido el 22 de junio de 1936 en Brownsville, Texas, Kristofferson creció en una familia militar. Su padre, Lars Henry Kristofferson, era un oficial del Cuerpo Aéreo del Ejército de los EE. UU., lo que llevó a Kris a mudarse con frecuencia durante su infancia. Kristofferson desarrolló una temprana pasión por la literatura, escribiendo cuentos que se publicaron en The Atlantic Monthly cuando tenía 18 años. La ambición temprana de Kristofferson fue convertirse en novelista, lo que lo llevó a estudiar literatura en Pomona College y más tarde como becario Rhodes en la Universidad de Oxford.

Aunque Kristofferson tuvo éxito académico, obteniendo una maestría en literatura inglesa en el Merton College de Oxford, la música nunca estuvo lejos de su corazón. Su primera incursión en el mundo de la composición de canciones se produjo cuando escribió una canción a la edad de 11 años, titulada "I Hate Your Ugly Face". Esa creatividad juvenil presagiaba su futuro como uno de los compositores de música country más venerados. Sin embargo, fue su tiempo en el ejército, donde se convirtió en piloto de helicóptero y sirvió en Alemania Occidental, lo que le proporcionaría las experiencias y la materia prima para sus obras posteriores. Su amor por la narración, mezclado con la crudeza de la vida en el servicio, se convirtieron en el sello distintivo de sus canciones.

En 1965, tomó la decisión crucial de dejar atrás su carrera militar y dedicarse por completo a la música, mudándose a Nashville a pesar de las protestas de su familia militar. Los duros años que siguieron vieron a Kristofferson trabajando en una variedad de trabajos ocasionales, incluso como conserje en Columbia Recording Studios y como barman, todo mientras escribía canciones que pronto se convertirían en himnos del género country.

Ascenso al estrellato en Nashville

El gran avance de Kristofferson como compositor llegó cuando aterrizó un helicóptero en el jardín de Johnny Cash para entregar una cinta de demostración. Cash, impresionado por la audacia y la composición de Kristofferson, grabó "Sunday Mornin' Comin' Down", que se convirtió en un éxito número uno en las listas de música country y ganó el premio de la Asociación de Música Country de 1970 a la Canción del Año.

Este momento marcó el comienzo de una carrera estelar. Ese mismo año, Kristofferson lanzó su álbum debut, que incluía el clásico "Me and Bobby McGee". La canción ganó aún más fama cuando Janis Joplin la grabó para su álbum póstumo Pearl de 1971, llevándola al número uno en las listas. Sus canciones "For the Good Times" (un éxito de Ray Price) y "Help Me Make It Through the Night" (que se hizo famosa gracias a Sammi Smith) consolidaron aún más su reputación como compositor que capturaba la emoción humana cruda con una gracia simple, pero profunda.

A lo largo de su carrera musical, Kristofferson lanzó 18 álbumes de estudio, a menudo mezclando influencias de country, folk y rock. Su cancionero se convirtió en una fuente de inspiración para otros artistas, con notables versiones de Johnny Cash, Elvis Presley y Gladys Knight, entre otros. Su capacidad para cruzar géneros e influir en artistas tanto del ámbito country como del pop fue uno de sus rasgos definitorios, consolidando su estatus como puente entre el country tradicional y las escenas emergentes del rock y el folk de los años 60 y 70.

El éxito en Hollywood: Ha nacido una estrella

Además de su música, Kristofferson forjó una exitosa carrera en Hollywood, comenzando con La última película de Dennis Hopper en 1971. Su apariencia robusta y su carisma lo convirtieron rápidamente en un actor muy solicitado, pero fue su papel como John Norman Howard, una estrella de rock autodestructiva en la nueva versión de Ha nacido una estrella de 1976, lo que consolidó su lugar en la historia del cine. Protagonizando junto a Barbra Streisand, la interpretación de Kristofferson le valió un Globo de Oro al Mejor Actor.

Streisand, reflexionando sobre el tiempo que trabajó con él, le rindió homenaje en las redes sociales después de su muerte, llamándolo "un artista especial y encantador". Continuó: "Fue una alegría verlo recibir el reconocimiento y el amor que tanto se merecía".

A pesar de algunos fracasos de taquilla, como La puerta del cielo (1980) de Michael Cimino, Kristofferson siguió siendo una figura destacada en el cine. Interpretó una amplia gama de personajes, desde el forajido Billy the Kid en Pat Garrett and Billy the Kid (1973) de Sam Peckinpah hasta un cazador de vampiros en la trilogía Blade (1998-2004). Su carrera como actor fue tan diversa como su música, pero en su núcleo había una sinceridad y una profundidad emocional que el público encontró convincentes.

The Highwaymen y su vida posterior

Mientras que Kristofferson prosperaba en Hollywood, su carrera musical se mantuvo activa.

En 1985, se unió a otros íconos de la música country como Johnny Cash, Willie Nelson y Waylon Jennings para formar The Highwaymen, un supergrupo de música country. Su álbum debut, Highwayman, se convirtió en un gran éxito, y la canción principal llegó al número uno en las listas de música country de Billboard. El grupo lanzaría dos álbumes más, Highwayman 2 (1990) y The Road Goes On Forever (1995), consolidando aún más su lugar en la tradición de la música country.

A lo largo de los años 80 y 90, Kristofferson también fue conocido por su activismo político. Fue un crítico vocal de la política exterior de los EE. UU., en particular durante la participación de la administración Reagan en América Central. Su álbum de 1986, Repossessed, abordó estos temas políticos, mostrando un lado de Kristofferson que no tenía miedo de hablar sobre la injusticia social.

Kristofferson continuó publicando música durante sus últimos años, y su último álbum, The Cedar Creek Sessions, salió en 2016. En 2021, a la edad de 85 años, anunció formalmente su retiro, poniendo fin a una carrera que había durado más de 60 años. A pesar de alejarse del ojo público, su influencia en el mundo de la música siguió siendo tan fuerte como siempre.

Vida personal y problemas de salud

La vida personal de Kristofferson fue tan colorida como su vida profesional. Se casó tres veces, primero con Fran Beer en 1960, con quien tuvo dos hijos, y luego con la cantante Rita Coolidge en 1973, con quien tuvo una hija, Casey. Su tercer matrimonio con Lisa Meyers en 1983 dio como resultado cinco hijos más. Su gran familia ensamblada siguió siendo una fuente de gran orgullo y alegría para él.

En sus últimos años, Kristofferson luchó contra la pérdida de memoria. Inicialmente, le diagnosticaron mal Alzheimer y más tarde le detectaron la enfermedad de Lyme, que afectó a sus capacidades cognitivas. A pesar de los desafíos, su esposa Lisa señaló en entrevistas que mostró una notable mejoría después de buscar tratamiento.

Legado

El legado de Kris Kristofferson abarca tanto la música como el cine, y trasciende los límites del género y el medio. Fue un pionero en el arte de escribir canciones, escribiendo clásicos que seguirán resonando en el público de las generaciones venideras. Su voluntad de explorar temas de vulnerabilidad, fracaso y redención lo convirtió en una de las voces más singulares de la música country, mientras que sus interpretaciones crudas y honestas lo convirtieron en una figura querida en Hollywood.

Al reflexionar sobre su carrera en una entrevista de 2017, Kristofferson ofreció consejos que hablaban de su filosofía de vida: “Di la verdad, canta con pasión, trabaja con risas y ama con el corazón”. Estas palabras sirven como un epitafio apropiado para un hombre cuyo arte se definía por la sinceridad, la emoción y un compromiso inquebrantable con su oficio.

Le sobreviven su esposa Lisa, sus ocho hijos y siete nietos. Como compartió conmovedoramente su familia en su declaración después de su muerte: “Cuando veas un arcoíris, debes saber que nos está sonriendo a todos”.

Kris Kristofferson será recordado como un verdadero ícono de la cultura estadounidense, un hombre que vivió la vida a su manera y cuyo trabajo tocó los corazones de millones de personas. Sus contribuciones a la música country, al cine y al panorama cultural en general son incomparables, y su legado seguirá inspirando a futuras generaciones de artistas.

Kris Kristofferson, el icónico cantante, compositor y actor de música country, falleció pacíficamente en su hogar de Maui a los 88 años, rodeado de su familia. Su inolvidable carrera duró más de seis décadas y dejó un impacto duradero tanto en Nashville como en Hollywood.